Hace dos meses llegamos a Jarabacoa, la “Tierra de la Eterna Primavera”. Un municipio turístico rodeado de hermosas montañas que se convierte en uno de los rincones del país preferido por los turistas.

Allí viven grandiosas personas de gran calidad humana, trabajadoras y honradas, que nos llena de alegría saber que, desde nuestra llegada, se sienten más tranquilas y seguras en su pueblo. Wilson Rodríguez, residente en Sabaneta, Jarabacoa, es un ejemplo de lo dicho.

Un día mientras estaba lavando en su casa tuvo un accidente; cuando iba a abrir la llave resbaló y uno de sus pies recibió una fuerte lesión. De inmediato, marcó al 9-1-1 y a pesar de vivir un poco retirado, llegó una unidad de ambulancia a asistirle.

“Al no tener un vehículo en el cual moverme, llamé al 9-1-1. Cuando llegaron me atendieron muy bien, me medicaron y sacaron la camilla”, cuenta Rodríguez.

Nos repitió una y otra vez que el servicio que recibió fue excelente. Asimismo, destacó que el 9-1-1 es un recurso valioso, sobre todo, para aquellos que no tienen como moverse cuando lo necesiten.

“Nosotros en Jarabacoa nos sentimos mucho mejor, porque es un servicio que se necesita”, finaliza.

Gracias a Wilson y a todos los habitantes de Jarabacoa por recibirnos con tanto entusiasmo y confianza, les aseguramos que estaremos siempre a su lado para salvaguardar sus vidas y bienes.