“Mi niño estaba jugando con un amiguito, se cayó y se le zafó un piecito”, fueron las primeras palabras de Awilda, madre del menor.

Awilda reside junto a su hijo y su abuelita Romilia, en el municipio Peralta, Azua. Hacia allí se dirigió un equipo del 9-1-1 para escuchar su testimonio luego de recibir nuestra asistencia ante la emergencia reportada por la caída del niño.

Al llegar al hogar de esta familia, fuimos recibidos con amabilidad y alegría, la abuelita nos expresó: “Con el 9-1-1 me siento tranquila”. Mientras que Awilda contaba su agradecimiento con el servicio recibido y su rapidez al lugar del hecho.

Casos de éxito como este, nos mantienen comprometidos a servir a nuestra comunidad y a responder con rapidez y profesionalismo en cualquier emergencia. Salvaguardar sus vidas y bienes es nuestra misión.