Gracias al servicio que ofrece el Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1, son muchas las historias positivas que hoy pueden contar los ciudadanos. Una de estas, es la de Luz del Alba Bastardo, una residente de Santo Domingo Oeste que vivió un terrible episodio tras ocurrir una explosión en su cocina.

Un día, mientras preparaba un café, sintió un fuerte olor a gas, al colocar la greca en la estufa, surgió un estadillo. Al preguntarle qué pasó luego de lo sucedido, contestó: “Mi hija llamó al 9-1-1 y me asistieron inmediatamente”.

Luz del Alba Bastardo
Luz del Alba Bastardo

Doralis, su hija, a pesar de los nervios que le provocó el ver a su madre afectada, pidió ayuda marcando al 9-1-1. Su llamada fue contestada por una operada, quien con vocación de servicio y empatía le preguntó la dirección de la emergencia, para que recibiera asistencia en el menor tiempo posible y para que los paramédicos del Servicio Nacional de Salud (SNS), le brindaran la atención requerida.

Relata que mientras su madre era trasladada a un centro hospitalario, los paramédicos se mantuvieron informándole y tranquilizándole sobre su estado.

Por la excelencia y calidad del servicio ofrecido, hoy, Luz del Alba se encuentra en salud y lo más importante, disfrutándola junto a sus familiares. Su agradecimiento hacia el Sistema 9-1-1 es infinito, así lo expresa y demuestra.