Una mañana al despertar, Bienvenida Montilla se sintió muy débil y no se pudo parar de la cama.
Al verla así, su hija Clarisa, de inmediato marcó nuestra línea: 9-1-1, para pedir asistencia.
Lo más importante es que siguió las orientaciones médicas que vía telefónica le fuimos dando, para estabilizar a su madre mientras llegaba la ambulancia.
Hoy, ellas cuentan lo sucedido con alegría y agradecen la rápida y eficiente asistencia que recibieron de nuestro servicio.
Ya hace tres años que llegamos a San Pedro de Macorís a salvar vidas, y siempre estaremos de su lado con atención eficiente cuando nos necesiten.