Ser mujer, policía y despachadora del Departamento de Despacho de Emergencias del Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1 es un arduo trabajo, cuyas exigencias profesionales requieren el enorme sacrificio que implica cumplir con la misión de la institución: salvaguardar la vida y bienes de quienes lo necesiten.

Con 18 años en las filas de la Policía Nacional, Valentina García, segunda teniente, sobresale en el desempeño de sus funciones dentro del Sistema 9-1-1, siendo una mujer respetada por sus compañeros mediante su firme criterio y reconocida por alcanzar las metas propuestas en el ejercicio de sus funciones.

Esposa y madre de dos varones, Valentina narra que decidió ser policía para demostrarle a su madre los frutos de su sacrificio y que las mujeres pueden cambiar los estereotipos sin desistir de sus objetivos, manteniendo la firme disposición de romper los esquemas definidos en la sociedad.

Valentina y su familia

Dentro de su función como despachadora, forma parte del equipo humano que asigna las unidades de las instituciones de respuesta correspondientes, según la naturaleza de la emergencia.

La importancia de la labor femenina es primordial en la asistencia a los eventos de seguridad ciudadana atendidos por el Sistema 9-1-1, debido a la minuciosidad en los detalles, compromiso y vocación de servicio, habilidades indispensables al enfrentarse con el día a día en la atención de las emergencias.

Oriunda de Las Matas de Farfán, provincia San Juan, García expresa que “mi pasión por ser policía siempre fue el servicio y quise hacerlo de manera diferente, dando sin recibir nada a cambio al preocuparme por el bienestar de las demás personas”.

Valentina Garcia, despachadora del Sistema 9-1-1

Valentina exhorta a las mujeres a plasmar sus metas y prepararse para cumplir sus propósitos. “Me siento orgullosa de ser mujer y policía. Sé de dónde vengo, dónde estoy y hacia dónde llegaré, porque cuando haces lo que te gusta lo desempeñas con amor y pasión”.

Es una mujer que logra organizarse para cumplir con los roles de profesional, esposa y mamá. Reconoce que el esfuerzo vale la pena y es consciente de que su trabajo contribuye a proteger la vida de los dominicanos gracias al servicio que brinda el Sistema 9-1-1.