Sosteniéndose sobre dos muletas, Wilson nos recibió muy alegre en su cálido hogar, agradecido de nuestro servicio luego de resbalarse y caer al suelo.Un día mientras estaba lavando en su casa tuvo un accidente; cuando iba a abrir la llave resbaló y uno de sus pies recibió una fuerte lesión. De inmediato, marcó al 9-1-1 y a pesar de vivir un poco retirado, llegó una unidad de ambulancia a asistirle.“Al no tener un vehículo en el cual moverme, llamé al 9-1-1. Cuando llegaron me atendieron muy bien, me medicaron y sacaron la camilla”, cuenta Rodríguez.Nos repitió una y otra vez que el servicio que recibió fue excelente. Asimismo, destacó que el 9-1-1 es un recurso valioso, sobre todo, para aquellos que no tienen como moverse cuando lo necesiten.